
La selección de Brasil realizó su única sesión de ejercicios con balón antes de iniciar el viaje hacia Sudáfrica, en una jornada marcada por el retorno de Kaká al terreno, aparentemente recuperado de una lesión muscular.
Después de tres jornadas limitándose a ejercicios físicos para fortalecimiento muscular en un gimnasio, Kaká corrió sin problemas al frente de un grupo de jugadores, abriendo una enorme esperanza con relación a su recuperación plena para la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.