Tan sólo en cuatro ocasiones, el equipo que ha disputado la final de la Copa Mundial de la FIFA ha sido capaz de anotar cuatro goles o más.
La primera vez que sucedió fue precisamente en la primera final, en 1930, cuando los anfitriones, Uruguay, vencieron a sus vecinos argentinos por 4-2 delante de 93.000 personas en Montevideo y se convirtieron en los primeros campeones mundiales.