
Tres años, cuatro meses y dieciséis días tarde. Ese fue el único error de “Kostas” Chalkias. Su único pecado: haber nacido con esa diferencia respecto a Antonis Nikopolidis. Como si de una maldición se tratara, el legendario meta internacional griego le haría sombra a Chalkias durante toda su carrera.
La historia comenzó hace tiempo, a finales del siglo XX. Aquel portero espigado llamado Chalkias, que había destacado en las categorías inferiores del Panathinaikos y había sido cedido al Apollon de Atenas para que continuara su crecimiento profesional, volvía a su casa, al ‘Pana’, buscando hacerse un hueco.