
Tony Meola tenía 21 años cuando capitaneó a los Estados Unidos en la Copa Mundial de la FIFA Italia 1990. Ha sido el portador del brazalete de capitán más joven de la historia del torneo.
El portero debutó ante Ecuador en 1988 y fue un fijo en las filas estadounidenses hasta después del Mundial de 1990, cuando cambió de deporte y se dedicó al fútbol americano. Sin embargo, en 1999 regresó al combinado de las barras y las estrellas, ya sin su característica coleta.
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