
Johannesburgo, 11 de julio de 2010, 22.30 h, resuena el pitido final de la Copa Mundial 2010 de Sudáfrica. La selección sudafricana acaba de imponerse a Inglaterra en la final por 3 goles a 2. El estadio Soccer City hierve, una nube de confeti invade el césped, las vuvuzelas suenan intensamente y los sudafricanos entonan al unísono el Nkosi Sikelel’ iAfrika. Ésta podría ser la imagen del final de la próxima Copa Mundial de fútbol. Si creemos a ciertos expertos que han analizado el fenómeno para FIFA World, no parece haber duda de que, con frecuencia, la ventaja de jugar en casa es rentable, y varios factores y cifras corroboran esta tesis. Una teoría aceptada por los aficionados al fútbol que a menudo ignoran sus verdaderas razones.
Según diversos estudios, el apoyo indefectible del público, verdadero ascendiente psicológico, desempeña un papel preponderante en los resultados de un equipo que juegue en casa. El hecho de contar con el apoyo de sus espectadores afecta al equipo y aumenta su motivación. Los ánimos impulsan al equipo de casa a desarrollar un juego ofensivo y brillante.