Zigic: “Seré figura de mi equipo”

No cabe duda de que Nikola Zigic va a ser una de las estampas más notorias de Serbia en Sudáfrica 2010. Sus 2.02 metros lo hacen inconfundible dentro y fuera del terreno de juego. Pero si sus rivales piensan que este imponente delantero tiene el juego aéreo como única arma, están muy equivocados. El flamante fichaje del Birmingham City  va, por supuesto, muy bien por arriba, pero además es técnico y su capacidad de definición está entre las mejores del mundo.

A unos cuantos días del debut del equipo balcánico en la Copa Mundial de la FIFA, su número 9 habló en exclusiva para FIFA.com y analizó sus posibilidades y las del equipo serbio en el torneo. Con gran confianza y mucha amabilidad, consideró que tanto él como sus compañeros van a dejar huella en cuanto la pelota empiece a rodar.

Acostumbrarse a lo difícil
Cuando se analiza a las posibles sorpresas del torneo, Serbia siempre sale entre los candidatos, en buena medida por su excelente fase clasificatoria en la que terminó primero de su grupo por encima de Francia. ¿Cuál es el balance de Nikola Zigic de esta gran actuación de su equipo? “Cuando fue el sorteo, sabíamos que nadie nos consideraba favorito, ni siquiera nosotros”, reconoce. “En un principio pensábamos que el objetivo sería luchar por el segundo lugar, pero a medida que empezamos a ganar partidos fuimos adquiriendo confianza. Esa fue la clave, y ya nunca perdimos el ritmo”, reflexiona.

Ahora, la suerte le volvió a deparar una complicada prueba a los balcánicos, que quedaron enclavados en el Grupo D, junto con Alemania, Ghana y Australia. Sin embargo, el delantero es muy optimista sobre las posibilidades de su escuadra. “Nosotros creemos que somos capaces de pasar la primera fase. Sabemos que no va a ser fácil, tenemos rivales de  peso, pero queremos repetir las buenas actuaciones de las eliminatorias y demostrar que podemos jugarle a cualquier equipo del mundo”, considera.

Para Zigic, una de las razones más importantes por las que Serbia tendrá una buena actuación es la experiencia adquirida en Alemania 2006 que, sin embargo, no trae gratos recuerdos al atacante. “Fue una pena, llegamos ahí con una defensa muy buena, pero hubo varios jugadores lesionados y terminamos recibiendo muchísimos goles. Además pasaron otras cosas que prefiero no recordar, pero éste es un torneo distinto, un equipo distinto y las cosas, sin duda, serán diferentes”, profetiza con confianza absoluta.

Un jugador diferente
Una de las grandes razones de esa fe, es su propia transformación. Suplente hace cuatro años, ha pasado a ser una de las grandes esperanzas del equipo para Sudáfrica. “He cambiado mucho, fui ahí como un jugador sin nombre, sin mucha experiencia”, analiza, antes de completar, “he aprendido mucho tácticamente y soy mucho mejor física y psicológicamente. Éste es mi Mundial, creo que puedo ser figura y quiero demostrar que soy un jugador para grandes partidos”, afirma.

El objetivo serbio es superar la actuación de Francia 98, la mejor en tiempos recientes, donde la entonces Yugoslavia se quedó en octavos de final. Sin embargo, para conseguirlo, las armas serán completamente distintas. “Quizá este es un equipo más físico y menos técnico”, analiza el balcánico,  “pero tiene que ver con lo que pide el técnico y las características de los jugadores. No sé cómo era el equipo de 98, sólo lo vi en la televisión, pero jugaba muy bien. Ahora tenemos un grupo muy fuerte, estamos muy unidos y esa es quizá nuestra arma más importante”.

Para terminar, y con mucho sentido del humor, Nikola Zigic habla de una de las características fundamentales del futbolista serbio: el carácter. ¿Ayuda o perjudica en las grandes competiciones? “Las dos cosas. Es una desventaja y una ventaja, porque nos permite conseguir cosas grandes, pero también provoca que en algunos momentos nos equivoquemos. Nos apresuramos en actuar sin pensar, y perdemos el equilibrio. Yo soy un ejemplo perfecto. Me gusta cumplir con las cosas que me propongo, cuando pienso en algo, lo tengo que hacer realidad, y de ahí nadie me mueve. ¡Soy muy cabezón!”, finaliza entre risas.

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