
Teniendo en cuenta que sólo quedaban 17 días para el comienzo de la Copa Mundial de la FIFA, el asunto más comentado antes del amistoso internacional que enfrentaba el lunes a Inglaterra y México era el estado del césped de Wembley. Más que la amenaza de las entradas de Jamie Carragher o Rafael Márquez, lo que más preocupaba a los jugadores y a la prensa eran las malas condiciones de la cancha. Tanto John Terry como Rio Ferdinand habían criticado la situación durante los días previos al encuentro.
Sin embargo, y aunque hubo que aplicar hielo al tobillo del goleador mexicano Guillermo Franco cuando se retiró en el descanso, los 32 futbolistas que saltaron al terreno de juego terminaron el partido sin problemas y con todas las opciones para estar en la fase final de Sudáfrica.
Además de ver a los jugadores relativamente felices y sanos, ¿qué han aprendido ambos seleccionadores de la victoria de Inglaterra por 3-1? Por un lado, Javier Aguirre parecía más contento que Fabio Capello tras el pitido final: “Estoy satisfecho con ciertas cosas. Hemos demostrado tener confianza, carácter y personalidad. No hemos tirado la toalla”, afirmó. “No obstante, hay que aprovechar las ocasiones y no conceder goles tan pronto si queremos mejorar nuestro nivel. Cuento con la mejor generación de futbolistas jóvenes que ha salido de este país. Fueron campeones del mundo sub-17. Si los alineamos junto a nuestros veteranos, creo que este equipo está listo para hacer historia.”
Su homólogo italiano fue más directo y afirmó estar “contento con el resultado” cuando se le pidió que evaluase la actuación de su equipo. Acto seguido, hizo una pausa y añadió con aire nostálgico: “No me preocupa lo de esta noche. Lo importante era saber en qué momento estábamos, física y mentalmente, después de una temporada tan larga. Tenemos tiempo para reavivar el espíritu de equipo, recuperar el grupo y las cualidades que tenemos. Somos muy peligrosos cuando salimos al contraataque, pero no quiero que nos limitemos a jugar a la contra. Quiero más.”
Capello, que al ocupar el cargo comentó el miedo escénico que invadía a la selección inglesa en Wembley, estará satisfecho de que su equipo haya ganado los nueve últimos choques disputados en el estadio nacional de Inglaterra. Con lo que no estará tan contento es con la defensa, ya que sólo ha logrado mantener el arco a cero en uno de los últimos ocho partidos. Esta circunstancia no se le oculta al capitán, Ferdinand.
“Creo que no empezamos del todo bien y no merecimos esa ventaja inicial de dos goles”, confesó a FIFA.com. “Aunque hay que reconocer que México tocó bien el balón, fue culpa nuestra no contrarrestar su acumulación de jugadores frente a nuestra línea defensiva, y así fue como llegó su gol. De todos modos, fue un buen ensayo, que nos sirve para seguir preparando la Copa Mundial”.
En cuanto a México, hacía un año que no recibía tres goles. La última vez fue en un encuentro de clasificación para Sudáfrica en Honduras, en abril de 2009, que perdió por 3-1. El delantero Carlos Vela no está satisfecho con la derrota: “Es una decepción”, reconoció a FIFA.com. “Nosotros siempre salimos a ganar, pero Inglaterra nos ha puesto las cosas difíciles, como era de esperar. Son un equipo fantástico. Aun así, hemos hecho un buen trabajo y tenemos que ver el lado positivo. Hemos sabido aguantar muy bien la posesión, pero tenemos que ser más peligrosos a balón parado y aprovechar las ocasiones que surjan.”
Para no abundar en la negatividad, conviene resaltar que ambas selecciones brindaron momentos meritorios. El golazo que logró Glen Johnson en la segunda parte remachó una actuación digna del mejor jugador del partido; el trabajo de Wayne Rooney y Gerardo Torrado fue sobresaliente; los extremos Giovani Dos Santos y Pablo Barrera amargaron la noche al arquero Leighton Baines por la banda derecha; y Peter Crouch consiguió su tanto número 21 en 39 partidos con los colores de Inglaterra, toda una marca.
En cuanto a las gradas, el público que abarrotaba Wembley despidió a sus internacionales con resonante patriotismo. El respetable se enfundó unas camisetas rojas y blancas que convirtieron el estadio en una gigantesca bandera inglesa. Sólo quedó una pequeña mancha verde en una esquina, la de los seguidores mexicanos. Las camisetas se colocaron previamente en todos los asientos en un intento de formar la cruz de San Jorge más grande del mundo y batir un récord. “Ha sido impresionante”, añadió el arquero inglés Robert Green. “La despedida ha sido fantástica”.
A continuación, la selección de Capello regresará a su concentración de Austria para preparar un amistoso frente a Japón que tendrá lugar en Graz el domingo 30, mientras que la de Aguirre se enfrentará a Países Bajos en Bayreuth, Alemania el jueves.
