
Otto Rehhagel llegó al banquillo de la selección griega en agosto de 2001. Avalado por su gran reputación en el fútbol de clubes (entrenó a equipos de la talla de Werder Bremen, Borussia Dortmund y Bayern de Múnich), el técnico alemán ha logrado grandes resultados en los casi nueve años que lleva al frente del combinado heleno.
El entrenador de Essen fracasó en su intento de clasificar a Grecia para la Copa Mundial de la FIFA Corea/Japón 2002, pero, dos años después, Rehhagel condujo a To Peiratiko (el Barco Pirata) a su mayor éxito en los 84 años de historia de la Asociación Griega de Fútbol.
En la Eurocopa de Portugal 2004, el combinado heleno se proclamó campeón continental contra todo pronóstico después de derrotar en la final a la selección anfitriona con un gol de Angelos Charisteas.
La experiencia gana títulos
Para aquel certamen, el técnico alemán confió en jugadores experimentados como el portero Antonios Nikopolidis (33 años), los defensas Michalis Kapsis (30) y Panagiotis Fyssas (31), los centrocampistas Theodoros Zagorakis (32) y Stelios Ginnakopoulos (30), y el delantero Zisis Vryzas (30).
Después de quedarse fuera de la fase final de la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006, Grecia se clasificó dos años más tarde para la Eurocopa de Austria y Suiza. Rehhagel, que tiene actualmente 71 años, volvió a confiar en un bloque de futbolistas veteranos y formó el combinado con la tercera media de edad más alta del certamen, sólo superado por Italia y Suecia.
Antonios Nikopolidis (37), los zagueros Paraskevas Antzas (31) y Traianos Dellas (32), y los centrocampistas Angelos Basinas (32) y Georgios Karagounis (31) fueron titulares en el primer partido de la fase de grupos, contra Suecia.
Sin embargo, el plan de Rehhagel no funcionó esta vez y el combinado heleno cayó eliminado sin pena ni gloria en la fase de grupos tras sufrir tres derrotas, recibir cinco goles y marcar un solo tanto.
Rehhagel sigue y se mantiene fiel a su filosofía
A pesar de las críticas de los medios de comunicación y de los aficionados, la Asociación Griega de Fútbol mantuvo a Rehhagel en el cargo. La confianza en el técnico alemán se vio recompensada en la repesca de la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010, donde la Phalanx superó contra pronóstico a Ucrania y obtuvo el ansiado billete para la segunda fase final mundialista de su historia.
Ahora, Grecia intentará repetir en tierras del Cabo de Buena Esperanza el éxito de 2004. Diez años antes de aquel inolvidable verano, en 1994, la selección de este país de once millones de habitantes disputó en Estados Unidos su primera Copa Mundial de la FIFA, aunque no pasó de la primera ronda. Los pupilos de Rehhagel quieren evitar que aquello se repita en la cita sudafricana.
Encuadrada en el Grupo B, la selección helena se verá las caras con Argentina (campeona del mundo en 1978 y 1986) y Nigeria (campeona olímpica en 1996), a las que ya se enfrentó en la fase de grupos de 1994, además de con República de Corea (cuarta clasificada en Corea/Japón 2002). La empresa no será fácil para el conjunto europeo, aunque el “Griego del Año 2004” se mantendrá fiel a su filosofía en su noveno año como seleccionador y volverá a contar en Sudáfrica con futbolistas experimentados.
La batuta, para los treintañeros
Durante la fase de clasificación ya quedó claro que Rehhagel confía en un grupo de jugadores treintañeros. Theofanis Gekas (30), con diez dianas, se proclamó máximo goleador de la zona europea en la competición preliminar. El guardameta Konstantinos Chalkias, que cumplirá 36 años unos días antes del inicio del certamen, ocupó la portería griega en ocho partidos.
Sotirios Kyrgiakos (30) y Christos Patsatzoglou (31) disputaron, respectivamente, 11 y 8 encuentros, en los que dieron solidez a la defensa, mientras que el capitán Georgios Karagounis (33) y Konstantinos Katsouranis (30) movieron los hilos del entramado en la medular. La primera alternativa al letal Gekas en la punta de ataque es nada menos que el héroe de la Eurocopa 2004, Charisteas (30).
Sin duda, la mayor parte de la responsabilidad recaerá sobre los hombros del cuarteto formado por el portero Chalkias, el jefe de la defensa Kyrgiakos, el cerebro del mediocampo Karagounis y el cazagoles Gekas.
La espina dorsal
El portero del PAOK de Salónica ha jugado casi la totalidad de su carrera en su país, aunque pasó dos breves etapas en el FC Portsmouth inglés y en el Real Murcia español (2005 y 2006), en las que no logró consolidarse como titular. Sudáfrica 2010 supondrá la tercera participación de Chalkias en un gran certamen, después de las Eurocopas de 2004 y 2008, si bien el guardameta no llegó a jugar en ninguna de aquellas fases finales.
Por delante del guardameta de 35 años, Kyrgiakos impondrá orden en una línea de cuatro zagueros que pueden convertirse en cinco en función del rival. Esta torre de 1,93 metros fichó en 2005 por el Glasgow Rangers escocés. Tras pasar por el Eintracht de Fráncfort alemán y el AEK de Atenas, este experto cabeceador nacido en Trikala llegó a la Premier League para firmar con el FC Liverpool, con el que tiene contrato hasta 2011.
La batuta del juego griego corresponde al centrocampista Karagounis. El campeón de Europa de 2004 es el cerebro del cuadro heleno y ha logrado grandes éxitos tanto en su país, con el Panathinaikos de Atenas, como en Italia, con el Inter de Milán, y en Portugal, con el Benfica de Lisboa.
Si Theofanis Gekas logra mantener en Sudáfrica el promedio goleador que registró en la competición preliminar, Grecia podría meterse por primera vez en su historia en los octavos de final de una Copa Mundial de la FIFA.
Hay una frase del filósofo Heráclito que se podría aplicar al combinado griego de cara a la cita mundialista: “Aquello que he visto, oído y aprendido es lo que tiene prioridad para mí”. Rehhagel ha visto, oído y aprendido lo que puede esperar de sus veteranos. Antes del estreno de Grecia en la competición (contra República de Corea el 12 de junio en Bahía Nelson Mandela/Puerto Elizabeth), el estratega alemán se asegurará de preparar a su equipo para cualquier eventualidad.
