Si analizamos la temporada de Stanislav Sestak, hay algo que falla. Sus seis goles en ocho encuentros de clasificación indican que ha alcanzado la plenitud con la selección eslovaca. Es rápido, eficaz y generoso, cualidades que le sirven para ofrecer un magnífico desempeño en la punta de ataque. Sin embargo, en las filas de su club, el Bochum alemán, su mágica pierna derecha apenas ha aparecido durante esta campaña. Ahondemos en el misterio.
“Por sí solo, un jugador no hace un equipo”, se apresura a contestar ante el micrófono de la FIFA cuando le pedimos que explique el porqué de tal contraste. “En la selección jugamos los unos por los otros, no hay ninguna gran estrella, y fue el espíritu de equipo lo que nos permitió lograr la clasificación”, añade. “Es evidente que con mi club eso no pudo ser”. De este modo, la formación alemana afrontará el próximo ejercicio en la segunda categoría.
Polonia, el punto de inflexión
Con la Repre, no le faltó nervio en absoluto. Por ejemplo, de sus botas partió la reacción de Eslovaquia en la competición preliminar para la primera Copa Mundial de la FIFA que se celebra en África. En aquella famosa noche de octubre de 2008 en la que iba perdiendo ante su propio público contra Polonia, que se había adelantado con un gol de Ebi Smoralek, la selección eslovaca pudo salvarse gracias a un doblete de Sestak en los diez minutos finales. “Al sumar esos tres puntos, nuestra confianza se disparó: nos dimos cuenta de que podíamos vencer a los equipos de mayor renombre. Pero todos los puntos fueron cruciales, aunque es cierto que ese partido contra Polonia, al que le dimos la vuelta en unos segundos, nos sirvió de trampolín”, explica.
El trampolín personal de Sestak fue el MSK Zilina. Se estrenó como profesional en el Tatran Presov, donde puso de manifiesto su valía (nueve goles en 42 encuentros a lo largo de dieciocho meses), pero su segunda experiencia, en el Slovan Bratislava, fue menos prolífica (seis tantos en 58 partidos). Su consagración definitiva se produciría luego, en el Zilina. Stanislav conquistó dos sensacionales dobletes de liga y Copa en 2004 y 2007. Y no sólo eso: fue el máximo realizador de la campaña 2005/06, con 49 dianas en 99 choques. Su carrera se hallaba en una clara línea ascendente, y llamó a las puertas de la Bundesliga alemana para seguir progresando.
El Bochum le dio la bienvenida en 2007, que recompensó con creces. La marcha del griego Theofanis Gekas había dejado un hueco importante, y Sestak era el encargado de cubrirlo para dar oxígeno a un club en horas bajas. Se empleó con mucho gusto en las tareas defensivas, pero no olvidó responder a las expectativas en ataque. 22 realizaciones y 12 pases de gol en sus dos primeras temporadas hicieron de él una de las mascotas del Ruhrstadion.
Tictac
No obstante, en 2009/10 experimentó una merma en su rendimiento. Si bien firmó el gol más rápido del año, a los 39 segundos, su registro se bloquearía (no pasó de los seis tantos), y el Bochum terminó descendiendo. “Yo no soy el único que ha bajado a la segunda división, todos somos responsables. Pero la vida continúa, y si me quedo en Bochum me esforzaré al máximo para regresar a la élite”, insiste. Este año, el atacante ha sido una estrella precisamente lejos de su club, con los colores de nación. Y la Repre se benefició de ello en su épica trayectoria hacia Sudáfrica 2010.
“Representar a mi país en un Mundial es un gran honor, por supuesto, y poder jugar contra grandes equipos y sus grandes figuras también”, afirma satisfecho Stanislav Sestak, consciente de estar viviendo un sueño. Y aunque su primer compromiso, ante Nueva Zelanda, se saldase con un empate (1-1), acepta las críticas: “Es culpa nuestra, nunca debimos dejar que los neozelandeses centraran, después nos faltó suerte dentro del área”.
“Creo que el próximo partido resultará más fácil, aunque Paraguay sea un rival más sólido: no va a contentarse con quedar atrás, así que vamos a tener más espacio arriba”, asegura, pragmático. Eslovaquia saldrá pues al ataque. Y Sestak vigilará el cronómetro hasta el último tictac.
