El australiano impasible

El australiano impasible

Si la selección australiana concediera un premio al jugador con la mejor relación entre perfil bajo y eficacia, seguramente el ganador sería Scott Chipperfield. Este defensa zurdo fue uno de los futbolistas que más regularidad demostró con los Socceroos en Alemania 2006 y, después de otra excelente temporada con el FC Basilea de Suiza, está decidido a repetir esa gran actuación a partir del mes que viene en la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010

Aunque ha sufrido algún que otro contratiempo desde que Australia sorprendiera a la concurrencia en Alemania, Chipperfield, a sus 34 años, se ha mantenido en plena forma en los últimos meses y ha contribuido a que su club ganara otro campeonato más. Tras la lesión que le hizo perderse el principio de la temporada, Chipperfield volvió a los terrenos de juego mejor que nunca, y la selección que dirige Pim Verbeek será la máxima beneficiada.

Histórico en su club
Aunque juega de defensa en la selección, Chipperfield tiene la versatilidad suficiente para adaptarse a cualquier demarcación, y durante el curso pasado ha jugado en todas las posiciones del FC Basilea, excepto en la de guardameta. De hecho, debido a las lesiones que sufrieron los atacantes de los azulgrana, el australiano llegó a ocupar el puesto de delantero. Esa decisión resultó ser un golpe maestro, ya que Chipperfield volvió a dejar constancia de la habilidad goleadora con la que comenzó su carrera profesional hace más de una década en el Wollongong Wolves, bicampeón de Australia. Los 13 goles que ha logrado en 26 partidos son un balance impresionante se mire por donde se mire.

El título de la liga suiza, conquistado en la última jornada, ha sido el quinto de Chipperfield con el Basilea. Este logro, junto a las cinco copas que también figuran en su palmarés, hace del australiano una auténtica institución en el club suizo más importante de nuestros tiempos. Hace un año se especulaba que el australiano regresaría al campeonato de su país, pero ahora le espera otra oportunidad de competir en la Liga de Campeones de la UEFA.

El buen momento del Basilea también ha beneficiado a una selección australiana que cuenta con varios miembros poco rodados en los últimos meses. “Al recuperarme de la lesión jugué bastantes encuentros”, declaró Chipperfield recientemente. “Hacía mucho tiempo que no me sentía en tan buena forma. He jugado 16 partidos en las últimas 10 o 12 semanas y estoy muy contento con el tiempo de juego y con cómo me siento”.

Héroe modesto
Chipperfield es de Wollongong, una ciudad de clase trabajadora aproximadamente a una hora al sur de Sydney, y a lo largo de toda su carrera ha sido un excelente ejemplo de trabajador incansable. El defensa ha vivido lo suficiente como para recordar los días en que los jugadores australianos jugaban de manera semiprofesional. Conocido en su ciudad natal como ex chófer de autocares escolares, ha llegado incluso a conducir el autobús de los Socceroos.

Chipperfield se niega a decir que Sudáfrica 2010 marcará el punto final a sus 12 años en la selección australiana. De hecho, su experiencia puede ser de gran utilidad en la Copa Asiática de la AFC que se celebrará el próximo enero. De los miembros de la actual selección, solamente Mark Schwarzer y Brett Emerton han jugado más partidos que él con los Socceroos. Pero más allá de lo que depare el futuro, la concentración de Chipperfield está puesta en Sudáfrica, donde será un elemento fundamental de una defensa que concedió solamente cuatro goles en los 14 partidos de la fase de clasificación.

“Estoy deseando que llegue la Copa Mundial”, nos cuenta Chipperfield con su habitual calma. “Me siento más en forma y más fuerte que hace cuatro años, así que espero hacerlo mejor”.

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