El argentino Angel Di Maria es un jugador diferente. Hábil, veloz y encarador por la banda izquierda, ha sabido ganarse un lugar entre los preferidos de Diego Armando Maradona. “Es un jugador espectacular, de potrero”, según definió el propio seleccionador. La relación entre ambos se construyó durante el Torneo Olímpico de Pekín en 2008, cuando el Diez acompañó a la delegación como invitado de lujo.
La historia cuenta que Di Maria, autor del gol decisivo ante Nigeria en la final de aquel certamen, recibió la felicitación de su futuro seleccionador tan pronto finalizó el encuentro. “Entró de la nada y me abrazó, dijo que había hecho un golazo y estaba feliz por la medalla dorada”, confesaba el actual jugador del Benfica por aquel entonces. Hoy, un año y nueve meses más tarde, Maradona vuelve a confiar en él para enfrentar a las Súper Águilas, esta vez en su primer encuentro de la Copa Mundial de la FIFA.
“Creo que a Diego ya le gustaba cómo jugaba en aquella época”, confiesa en exclusiva a FIFA con una sonrisa en el rostro. “Los Juegos Olímpicos me han dejado grandes recuerdos. Aquella final con Nigeria, y ese gol, significaron mucho para mí”, completa.
Viejos conocidos
La comparación entre los planteles actuales de ambos equipos y aquellos que definieron la medalla dorada en China es inevitable, sobre todo si tomamos en cuenta que se repiten cinco apellidos por bando. Para el ex jugador de Rosario Central, los africanos son tan temibles como en 2008: “No por nada tienen tantos futbolistas de aquel equipo en la lista actual. Desde entonces han crecido mucho, y de seguro que buscarán seguir exhibiendo su progreso ante nosotros”.
Eso sí, el argentino muestra respeto pero no temor. “Nosotros tenemos lo nuestro y también hemos convivido varios torneos juveniles. Nos conocemos perfectamente y sabemos lo que tenemos que hacer adentro de la cancha. Será un gran partido, para disfrutar”, retruca. Y agrega: “A veces pienso que he ganado dos torneos seguidos con la selección, pero nada con la mayor aún. El deseo de victoria es algo que se transmite desde chicos en mi país, donde uno crece viendo grandes equipos y victorias importantes. No habría nada como ganar esta Copa Mundial, lo queremos nosotros y lo necesita la gente”.
Un entrenador especial
Una vez más, Di Maria enfoca su cabeza en la oportunidad de ser dirigido nada menos que por Diego Maradona. “Es un gran entrenador, y tenerlo al lado todo el tiempo representa una motivación extra. Cuando uno mira al banco y lo ve ahí, sabe que ya ha ganado la Copa Mundial, que jugó dos finales, es sumamente provechoso. Queremos saber qué se siente ganarla también”.
“Diego juega con nosotros en los entrenamientos, y cada vez que entra al campo tomamos aún más confianza. Es como que nos relaja y nos calma. ¡Se nota que le gustaría seguir jugando!”, remarca antes de dejarnos una última sentencia…
“Cuando me expulsaron en las eliminatorias ante Bolivia, pensé que nunca más iba a ser convocado. Pero Diego confió en mí, esperó los cuatro partidos de suspensión y volvió a citarme para los últimos dos. Gracias a esa confianza logré exhibir mi nivel en los encuentros siguientes. La mejor manera de retribuirle es dando lo mejor de mí acá en Sudáfrica”. Un buen inicio ante Nigeria, un rival al que conoce bien, podría comenzar a resarcirlo.
