¿El turno para África?

El pronóstico de Pelé de que una selección africana ganaría la Copa Mundial de la FIFA antes de que terminase el siglo pasado resultó erróneo, pero los africanos ansían que la primera cita mundialista que se disputa en el continente incluya un hito significativo dentro de la cancha. Muchos consideran que un puesto en semifinales para uno de sus representantes es una meta irrenunciable para un pueblo apasionado por el fútbol, que apoyará en primer lugar a sus respectivos conjuntos y después a cualquier otra formación africana.

Si tenemos en cuenta que Camerún, en Italia 1990, y Senegal, en Corea/Japón 2002, son los únicos cuadros africanos que han alcanzado los cuartos de final y que ninguna edición ha tenido nunca más de un conjunto africano en las fases de eliminatoria, el reto parece considerable. Y aunque es innegable que el continente no ha dejado de producir algunos de los mejores futbolistas del planeta, la falta de regularidad de sus selecciones constituye una incógnita para muchos.

Pero, como suele ser habitual en África, el optimismo consigue triunfar ante cualquier adversidad, y muchas figuras del pasado y del presente han afirmado públicamente que los éxitos van a llegar. El objetivo principal de quienes participarán en la competición consiste en inundar de alegría las calles del continente. “Mis compañeros y yo queremos hacer historia y cambiar la idea que tiene el mundo del fútbol africano. Espero que seamos nosotros el equipo que acceda a la final y la gane”, ha declarado Didier Drogba, capitán del que muchos consideran combinado africano con mayor calidad, aunque la fractura que ha sufrido en un brazo podría mantenerlo alejado de los terrenos de juego.

El legendario ghanés Abedi Pelé también se ha pronunciado, dando a entender que hay bastantes posibilidades de tocar la gloria el 11 de julio. No obstante, subraya que en una prueba tan compleja, en la que el sorteo no resultó especialmente favorable, el rendimiento puede ser en última instancia más importante que la clasificación.

“Va a ser un torneo muy difícil para los equipos africanos”, ha admitido en declaraciones a FIFA.com Pelé, que tiene dos hijos —André y Rahim Ayew— en la actual selección ghanesa. “Les han tocado grupos complicados, y no será fácil superarlos. Hay una teoría que dice que este es el mejor momento para que una selección africana venza, puede que sea cierta. Hay que esperar, pero ocurra lo que ocurra creo que nuestros equipos harán que nos sintamos orgullosos”.

Sin duda Pelé tiene muy presente el éxito cosechado por su país en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA a finales del año pasado, en la que sorprendió a propios y extraños al convertirse en el primer campeón africano de la competición. Muchos de los muchachos que alzaron ese trofeo han logrado hacerse un hueco en la lista de las Estrellas Negras, demostrando su valía en la Copa Africana de Naciones celebrada este año en Angola.

Resultados dispares en los preparativos
Otro equipo que va a más es Sudáfrica, que acumula 12 partidos sin conocer la derrota, completando su puesta a punto en el momento adecuado, bajo la dirección del veterano técnico Carlos Alberto Parreira. Y los Bafana Bafana se beneficiarán además del impulso enorme que siempre recibe el organizador de la Copa Mundial de la FIFA por parte del público. Uno de sus ídolos, Lucas Radebe, considera que los anfitriones tienen el potencial necesario para estar en semifinales, aunque también ha manifestado que la posición final de los equipos africanos no será el máximo indicador del éxito.

“Este Mundial no se trata sólo de fútbol, sino de África reinventándose a sí misma”, ha explicado el ex defensor del Leeds. “Queremos triunfar en el campo, por supuesto, pero al mismo tiempo nos gustaría que este acontecimiento fuese un éxito fuera del césped. Queremos que el mundo confíe en África, queremos que todos sepan que somos capaces de organizar estos eventos. Después del 12 de julio, todos deben sentirse orgullosos de ser africanos”.

Por primera vez, seis países africanos competirán en la fase final, entre ellos dos de los gigantes dormidos del continente, que quieren dejar huella a toda costa. Es la sexta Copa Mundial de la FIFA de Camerún, aunque el equipo que encabeza Samuel Eto’o no ralla a gran altura desde 1990. Nigeria, por su parte, afronta su cuarto certamen, y también ha decepcionado desde que se situó en la segunda ronda tanto de EE UU 1994 como de Francia 1998. Sin embargo, las Súper Águilas han registrado varios resultados flojos en sus preparativos, y John Obi Mikel, uno de los puntales de su mediocampo, está lesionado, mientras que los Leones Indomables tampoco se han mostrado muy entonados en vísperas de su estreno.

Los Zorros del Desierto argelinos son los representantes del continente menos afamados, aunque exhibieron un juego astuto y sereno en la competición preliminar y en la última Copa Africana de Naciones, de la que fueron cuartos. Para todos los contendientes africanos, la dificultad de los grupos es tal que ninguno puede ser considerado favorito para la clasificación, aunque casi todos ellos tienen potencial para llegar lejos si despliegan su mejor juego.

“Las formaciones africanas se encuentran en una posición distinta, y mejor, que en torneos anteriores, y yo considero que estamos mejor preparados”, dijo hace poco Kalusha Bwalya. “Tenemos confianza y experiencia, y pienso que ahora nuestros equipos creen que pueden triunfar en este nivel”.

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